Mateo 4:5
Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del
templo…
Uno mayor que el templo está aquí
Mateo 12:5,
6 ¿O no habéis leído en la ley, cómo en el día de reposo* los sacerdotes en
el templo profanan el día de reposo,* y son sin culpa? Pues os digo que uno mayor que el templo está
aquí.
Mateo 24:1,
2 Cuando Jesús salió del templo y se
iba, se acercaron sus discípulos para mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto? De
cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea derribada.
Mateo 21:12-
15 Y entró Jesús en el templo de
Dios, y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó
las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y les dijo: Escrito está: Mi casa, casa de
oración será llamada;d mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones. Y vinieron a él en el templo ciegos y cojos, y
los sanó. Pero los principales
sacerdotes y los escribas, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos
aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! se indignaron,
Mateo 21:23,
24 Cuando vino al templo, los
principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a él mientras
enseñaba, y le dijeron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿y quién te dio
esta autoridad? Respondiendo Jesús, les
dijo: Yo también os haré una pregunta, y si me la contestáis, también yo os
diré con qué autoridad hago estas cosas…
Mateo 23:16-
22 ¡Ay de vosotros, guías ciegos! que decís: Si alguno jura por el templo,
no es nada; pero si alguno jura por el oro del templo, es deudor. ¡Insensatos y ciegos! porque ¿cuál es mayor,
el oro, o el templo que santifica al oro? También decís: Si alguno jura por el altar, no
es nada; pero si alguno jura por la ofrenda que está sobre él, es deudor. ¡Necios y ciegos! porque ¿cuál es mayor, la
ofrenda, o el altar que santifica la ofrenda? Pues el que jura por el altar,
jura por él, y por todo lo que está sobre él; y el que jura por el templo, jura por él, y
por el que lo habita; y el que jura por
el cielo, jura por el trono de Dios, y por aquel que está sentado en él.
La sangre de Zacarías a quien matasteis entre el
templo y el altar
Mateo 23:34,
35 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos,
a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y
perseguiréis de ciudad en ciudad; para
que venga sobre vosotros toda la sangre justa que se ha derramado sobre la tierra,
desde la sangre de Abel el justo hasta la sangre de Zacarías hijo de Berequías,
a quien matasteis entre el templo y el altar.
Mateo 24:1,
2 Cuando Jesús salió del templo y se iba, se acercaron sus discípulos para
mostrarle los edificios del templo. Respondiendo él, les dijo: ¿Veis todo esto?
De cierto os digo, que no quedará aquí piedra sobre piedra, que no sea
derribada
Mateo 26:55,
56 En aquella hora dijo Jesús a la gente: ¿Como contra un ladrón habéis
salido con espadas y con palos para prenderme? Cada día me sentaba con vosotros
enseñando en el templo,i y no me prendisteis. Mas todo esto sucede, para que se cumplan las
Escrituras de los profetas. Entonces todos los discípulos, dejándole, huyeron.
Mateo 26:60-
63 y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al
fin vinieron dos testigos falsos, que
dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días
reedificarlo. Y levantándose el sumo
sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti? Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote
le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo,
el Hijo de Dios.
Mateo 27:3-
8 Entonces Judas, el que le había
entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de
plata a los principales sacerdotes y a los ancianos, diciendo: Yo he pecado entregando sangre
inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú! Y arrojando las piezas de plata en el templo,
salió, y fue y se ahorcó. Los principales sacerdotes, tomando las piezas de
plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es
precio de sangre. Y después de
consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los
extranjeros. Por lo cual aquel campo se
llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
Mateo 27:39-
42 Y los que pasaban le injuriaban, meneando la cabeza, y diciendo: Tú que derribas el templo, y en
tres días lo reedificas,f sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios, desciende
de la cruz. De esta manera también los principales sacerdotes, escarneciéndole
con los escribas y los fariseos y los ancianos, decían: A otros salvó, a sí mismo no se puede
salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en él.
Mateo 27:50-
54 Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Y he aquí, el veloj del templo se rasgó en
dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos
de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la
resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos. El centurión, y los que estaban con él
guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas,
temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios.
Marcos 11:7- 11 Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron
sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus mantos por el
camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían detrás
daban voces, diciendo: ¡Hosanna!a ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!
¡Bendito el reino de nuestro padre David que viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el templo; y
habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya anochecía, se fue a Betania
con los doce.
¿
Cristo es hijo de David?
Marcos 12:35-
37 Enseñando Jesús en el templo,
decía: ¿Cómo dicen los escribas que el Cristo es hijo de David? Porque el mismo
David dijo por el Espíritu Santo: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi
diestra, Hasta que ponga tus enemigos por estrado de tus pies. David mismo le
llama Señor; ¿cómo, pues, es su hijo? Y gran multitud del pueblo le oía de
buena gana.
Jesús
predice la destrucción del templo
Marcos 13:1,
2 Saliendo Jesús del templo, le dijo
uno de sus discípulos: Maestro, mira qué piedras, y qué edificios. Jesús,
respondiendo, le dijo: ¿Ves estos grandes edificios? No quedará piedra sobre
piedra, que no sea derribada.
Marcos 14:48-
50 Y respondiendo Jesús, les dijo: ¿Como contra un ladrón habéis salido con
espadas y con palos para prenderme? Cada
día estaba con vosotros enseñando en el templo,i y no me prendisteis; pero es
así, para que se cumplan las Escrituras. Entonces todos los discípulos, dejándole,
huyeron.
Había en Jerusalén un hombre llamado Simeón
Lucas 2:25- 29 Y he aquí había en Jerusalén un hombre
llamado Simeón, y este hombre, justo y piadoso, esperaba la consolación de
Israel; y el Espíritu Santo estaba sobre él. Y le había sido revelado por el Espíritu
Santo, que no vería la muerte antes que viese al Ungido del Señor. Y movido por
el Espíritu, vino al templo. Y cuando los padres del niño Jesús lo trajeron al
templo, para hacer por él conforme al rito de la ley, él le tomó en sus brazos, y bendijo a Dios,
diciendo: Ahora, Señor, despides a tu
siervo en paz, Conforme a tu palabra…
Ana,
profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser
Lucas 2:36-
38 Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser,
de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su
virginidad, y era viuda hacía ochenta y
cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con
ayunos y oraciones. Esta, presentándose
en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que
esperaban la redención en Jerusalén.
Lucas 2:46,
47 Y aconteció que tres días después le hallaron en el templo, sentado en
medio de los doctores de la ley, oyéndoles y preguntándoles. Y todos los que le oían, se maravillaban de su
inteligencia y de sus respuestas.
A unos que confiaban en sí
mismos como justos
Lucas 18:9-
14 A unos que confiaban en sí mismos
como justos, y menospreciaban a los otros, dijo también esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: uno era
fariseo, y el otro publicano. El fariseo, puesto en pie, oraba consigo mismo de
esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres,
ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la
semana, doy diezmos de todo lo que gano. Mas el publicano, estando lejos, no quería ni
aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé
propicio a mí, pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes
que el otro; porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se
humilla será enaltecido.a
Lucas 19:47,
48 Y enseñaba cada día en el templo;g pero los principales sacerdotes, los
escribas y los principales del pueblo procuraban matarle. Y no hallaban nada que pudieran hacerle,
porque todo el pueblo estaba suspenso oyéndole.
El templo estaba adornado de hermosas piedras y
ofrendas votivas
Lucas 21:5,
6 Y a unos que hablaban de que el
templo estaba adornado de hermosas piedras y ofrendas votivas, dijo: En cuanto a estas cosas que veis, días vendrán
en que no quedará piedra sobre piedra, que no sea destruida.
Y
todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo
Lucas 21:37,
38 Y enseñaba de día en el templo;e y de noche, saliendo, se estaba en el
monte que se llama de los Olivos. Y todo
el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.
Lucas 24:50 Y los sacó fuera hasta Betania, y alzando sus
manos, los bendijo. Y aconteció que
bendiciéndolos, se separó de ellos, y fue llevado arriba al cielo. Ellos,
después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran gozo; y estaban
siempre en el templo, alabando y bendiciendo a Dios. Amén.
El celo
de tu casa me consume
Juan 2:13 – 16 Estaba cerca la pascuac de los judíos; y subió
Jesús a Jerusalén, y halló en el templo a los que vendían bueyes, ovejas y
palomas, y a los cambistas allí sentados. Y haciendo un azote de cuerdas, echó fuera del
templo a todos, y las ovejas y los bueyes; y esparció las monedas de los
cambistas, y volcó las mesas; y dijo a
los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi
Padre casa de mercado. Entonces se
acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume.
No peques más, para que no te venga alguna cosa
peor
Juan 5:14-
16 Después le halló Jesús en el templo, y le dijo: Mira, has sido sanado;
no peques más, para que no te venga alguna cosa peor. El hombre se fue, y dio aviso a los judíos,
que Jesús era el que le había sanado. Y
por esta causa los judíos perseguían a Jesús, y procuraban matarle, porque
hacía estas cosas en el día de reposo.*
Juan 7:14-
16 Mas a la mitad de la fiesta subió Jesús al templo, y enseñaba. Y se maravillaban los judíos, diciendo: ¿Cómo
sabe éste letras, sin haber estudiado? Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es
mía, sino de aquel que me envió.
A quien vosotros no conocéis
Juan 7:28, 29 Jesús entonces, enseñando en el templo,
alzó la voz y dijo: A mí me conocéis, y sabéis de dónde soy; y no he venido de
mí mismo, pero el que me envió es verdadero, a quien vosotros no conocéis. Pero yo le conozco, porque de él procedo, y él
me envió.
Ni a mí
me conocéis, ni a mi Padre
Juan 8:19 Ellos le dijeron: ¿Dónde está tu Padre?
Respondió Jesús: Ni a mí me conocéis, ni a mi Padre; si a mí me conocieseis,
también a mi Padre conoceríais.
Juan 8:58,
59 Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese,
yo soy. Tomaron entonces piedras para
arrojárselas; pero Jesús se escondió y salió del templo; y atravesando por en
medio de ellos, se fue.
Si tú
eres el Cristo, dínoslo abiertamente
Juan 10:22- 27
Celebrábase en Jerusalén la fiesta de la dedicación. Era invierno, y Jesús andaba en el templo por el pórtico de
Salomón. Y le rodearon los judíos y le dijeron: ¿Hasta cuándo nos turbarás el
alma? Si tú eres el Cristo, dínoslo abiertamente. Jesús les respondió: Os lo he
dicho, y no creéis; las obras que yo hago en nombre de mi Padre, ellas dan
testimonio de mí; pero vosotros no creéis, porque no sois de mis ovejas, como
os he dicho. Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen,
Juan 11:57 Y los principales sacerdotes y los
fariseos habían dado orden de que si alguno supiese dónde estaba, lo
manifestase, para que le prendiesen.
Juan 18:19-
24 Y el sumo sacerdote preguntó a
Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús le respondió: Yo públicamente he hablado
al mundo; siempre he enseñado en la sinagoga y en el templo, donde se reúnen
todos los judíos, y nada he hablado en oculto. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregunta a los que
han oído, qué les haya yo hablado; he aquí, ellos saben lo que yo he dicho. Cuando Jesús hubo dicho esto, uno de los
alguaciles, que estaba allí, le dio una bofetada, diciendo: ¿Así respondes al
sumo sacerdote? Jesús le respondió: Si he hablado
mal, testifica en qué está el mal; y si bien, ¿por qué me golpeas? Anás entonces le envió atado a Caifás, el sumo
sacerdote.
Hechos 2:46, 47 Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez
de corazón, alabando a Dios, y teniendo
favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que
habían de ser salvos.
Hechos 3:1 Pedro y Juan subían juntos al templo a la
hora novena, la de la oración.
Hechos 4:1-
3 Hablando ellos al pueblo, vinieron sobre ellos los sacerdotes
con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y
anunciasen en Jesús la resurrección de entre los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la
cárcel hasta el día siguiente, porque era ya tarde.
Hechos 5:20-
22 Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras
de esta vida. Habiendo oído esto,
entraron de mañana en el templo, y enseñaban. Entre tanto, vinieron el sumo
sacerdote y los que estaban con él, y convocaron al concilio y a todos los
ancianos de los hijos de Israel, y enviaron a la cárcel para que fuesen
traídos. Pero cuando llegaron los
alguaciles, no los hallaron en la cárcel; entonces volvieron y dieron aviso,
Hechos 5:25-
28 Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que
pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo. Entonces fue el jefe de la guardia con los
alguaciles, y los trajo sin violencia, porque temían ser apedreados por el
pueblo. Cuando los trajeron, los presentaron en el concilio, y el sumo
sacerdote les preguntó, diciendo: ¿No os
mandamos estrictamente que no enseñaseis en ese nombre? Y ahora habéis llenado
a Jerusalén de vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la sangre de
ese hombre.
Hechos 5:42
Y todos los días, en el templo y por las casas,
no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.
Hechos 7:48,
49 si bien el Altísimo no habita en templos hechos de mano, como dice el
profeta: El cielo es mi trono, Y la tierra el estrado de mis pies. ¿Qué casa me
edificaréis? dice el Señor; ¿O cuál es el lugar de mi reposo?
Hechos 17:24-
26 El Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor
del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es honrado por manos de hombres, como si
necesitase de algo; pues él es quien da a todos vida y aliento y todas las
cosas. Y de una sangre ha hecho todo el
linaje de los hombres, para que habiten sobre toda la faz de la tierra; y les
ha prefijado el orden de los tiempos, y los límites de su habitación…
Hechos 21:27,
28 Pero cuando estaban para cumplirse los siete días, unos judíos de Asia,
al verle en el templo, alborotaron a toda la multitud y le echaron mano, dando voces: ¡Varones israelitas, ayudad! Este
es el hombre que por todas partes enseña a todos contra el pueblo, la ley y
este lugar; y además de esto, ha metido a griegos en el templo, y ha profanado
este santo lugar.
Hechos 22:17-
21 Y me aconteció, vuelto a
Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi que me decía: Date prisa, y sal
prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu testimonio acerca de mí. Yo dije: Señor, ellos saben que yo encarcelaba
y azotaba en todas las sinagogas a los que creían en ti; y cuando se derramaba la sangre de Esteban tu
testigo, yo mismo también estaba presente, y consentía en su muerte, y guardaba
las ropas de los que le mataban. Pero me
dijo: Ve, porque yo te enviaré lejos a los gentiles.
Cabecilla de la secta de los nazarenos
Hechos 24:5-
7 Porque hemos hallado que este hombre es una plaga, y promotor de
sediciones entre todos los judíos por todo el mundo, y cabecilla de la secta de
los nazarenos. Intentó también profanar el templo; y prendiéndole, quisimos
juzgarle conforme a nuestra ley. Pero
interviniendo el tribuno Lisias, con gran violencia le quitó de nuestras manos,
Según
el Camino que ellos llaman herejía
Hechos 24:11-
16 Como tú puedes cerciorarte, no hace más de doce días que subí a adorar a
Jerusalén; y no me hallaron disputando
con ninguno, ni amotinando a la multitud; ni en el templo, ni en las sinagogas
ni en la ciudad; ni te pueden probar las
cosas de que ahora me acusan. Pero esto
te confieso, que según el Camino que ellos llaman herejía, así sirvo al Dios de
mis padres, creyendo todas las cosas que en la ley y en los profetas están
escritas; teniendo esperanza en Dios, la
cual ellos también abrigan, de que ha de haber resurrección de los muertos, así
de justos como de injustos. Y por esto
procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres.
Por causa de esto los judíos,
prendiéndome en el templo, intentaron matarme
Hechos 26:19 Por lo cual, oh rey Agripa, no fui rebelde a
la visión celestial, 0 sino que anuncié primeramente a los que están en
Damasco,c y Jerusalén,d y por toda la tierra de Judea, y a los gentiles, que se
arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de
arrepentimiento. Por causa de esto los
judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. Pero habiendo obtenido auxilio de Dios,
persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no
diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían
de suceder: Que el Cristo había de
padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz
al pueblo y a los gentiles.
1 Corintos 3:16, 17 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y
que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios
le destruirá a él; porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.
1 Corintos 6:18,
20 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está
fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del
Espíritu Santo, el cual está en vosotros,c el cual tenéis de Dios, y que no
sois vuestros? Porque habéis sido
comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro
espíritu, los cuales son de Dios.
A los que anuncian el evangelio, que vivan del
evangelio
1 Corintos 9:9
Porque en la ley de Moisés está escrito: No pondrás bozal al buey que trilla.a
¿Tiene Dios cuidado de los bueyes, o lo
dice enteramente por nosotros? Pues por nosotros se escribió; porque con
esperanza debe arar el que ara, y el que trilla, con esperanza de recibir del
fruto. Si nosotros sembramos entre vosotros lo espiritual, ¿es gran cosa si segáremos
de vosotros lo material? Si otros participan de este derecho sobre vosotros,
¿cuánto más nosotros?Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo
soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo. ¿No
sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los
que sirven al altar, del altar participan? Así también ordenó el Señor a los
que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio.
2 Corintos 6:16- 18 ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de
Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente,c como Dios
dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos,
dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me
seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.f
Efesios 2:20- 22 edificados sobre el fundamento de los
apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va
creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente
edificados para morada de Dios en el Espíritu.
No vendrá sin que antes venga la apostasía
2Tesalonicenses 2:3, 4 Nadie os engañe en ninguna manera;
porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de
pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que
se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios
como Dios, haciéndose pasar por Dios.
La nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo
Apocalipsis 3:12 Al que venciere, yo lo haré columna en
el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el
nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la nueva Jerusalén, la
cual desciende del cielo, de mi Dios, y mi nombre nuevo.
Apocalipsis 7:15-
17 Por esto están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su
templo; y el que está sentado sobre el trono extenderá su tabernáculo sobre
ellos. Ya no tendrán hambre ni sed, y el
sol no caerá más sobre ellos, ni calor alguno; porque el Cordero que está en medio del trono
los pastoreará, y los guiará a fuentes de aguas de vida; y Dios enjugará toda lágrima de los ojos de
ellos.
Entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad
santa
Apocalipsis 11:1,
2 Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me
dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en
él. Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas,
porque ha sido cuarenta y dos meses.
Y el templo de Dios fue
abierto en el cielo
Y
el arca de su pacto se veía en el templo
Apocalipsis 11:18,
19 Y se airaron las naciones, y tu ira ha venido, y el tiempo de juzgar a
los muertos, y de dar el galardón a tus siervos los profetas, a los santos, y a
los que temen tu nombre, a los pequeños y a los grandes, y de destruir a los
que destruyen la tierra. Y el templo de
Dios fue abierto en el cielo, y el arca de su pacto se veía en el templo. Y
hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoton y grande granizo.
He aquí fue abierto en el cielo el templo del
tabernáculo del testimonio
Apocalipsis 15:5, 6 Después de estas cosas miré, y he aquí
fue abierto en el cielo el templo del tabernáculo del testimonio; y del templo salieron los siete ángeles que
tenían las siete plagas, vestidos de lino limpio y resplandeciente, y ceñidos
alrededor del pecho con cintos de oro.
Apocalipsis 15:8
Y el templo se llenó de humoe por la gloria de Dios, y por su poder; y nadie
podía entrar en el templo hasta que se hubiesen cumplido las siete plagas de
los siete ángeles.
Apocalipsis 16:1 Oí una gran voz que decía desde el templo a
los siete ángeles: Id y derramad
sobre la tierra las siete copas de la ira de Dios.
Apocalipsis 16:17-
21 El séptimo ángel derramó su copa por el aire; y salió una gran voz del
templo del cielo, del trono, diciendo: Hecho está. Entonces hubo relámpagos y voces y truenos, y
un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande, cual no lo hubo jamás desde
que los hombres han estado sobre la tierra. Y la gran ciudad fue dividida en
tres partes, y las ciudades de las naciones cayeron; y la gran Babilonia vino
en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su ira. Y toda isla huyó, y los montes no fueron
hallados. Y cayó del cielo sobre los hombres un enorme granizoj como del peso
de un talento; y los hombres blasfemaron contra Dios por la plaga del granizo;
porque su plaga fue sobremanera grande.
Apocalipsis 21:22
Y no vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella,
y el Cordero.