Nuevo Testamento
De Egipto llamé a mi Hijo
Mateo 2:13- 15
Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en
sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y
permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al
niño para matarlo. Y él, despertando,
tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la
muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del
profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Mateo 2:19-
23 Pero después de muerto Herodes, he aquí un ángel del Señor apareció en
sueños a José en Egipto, diciendo:
Levántate, toma al niño y a su madre, y vete a tierra de Israel, porque han
muerto los que procuraban la muerte del niño. Entonces él se levantó, y tomó al
niño y a su madre, y vino a tierra de Israel. Pero oyendo que Arquelao reinaba
en Judea en lugar de Herodes su padre, tuvo temor de ir allá; pero avisado por
revelación en sueños, se fue a la región de Galilea, y vino y habitó en la
ciudad que se llama Nazaret,d para que se cumpliese lo que fue dicho por los
profetas, que habría de ser llamado nazareno.
Hechos 2:10, 11 en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las
regiones de Africa más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos
como prosélitos, cretenses y árabes, les
oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
Hechos 7:8-
15 Y le dio el pacto de la circuncisión;f y así Abraham engendró a Isaac,g
y le circuncidó al octavo día; e Isaac a Jacob,h y Jacob a los doce patriarcas.
Los patriarcas, movidos por envidia,
vendieron a José para Egipto;k pero Dios estaba con él, y le libró de todas sus
tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría delante de Faraón rey de Egipto, el
cual lo puso por gobernador sobre Egipto y sobre toda su casa. Vino entonces
hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros
padres no hallaban alimentos. Cuando oyó Jacob que había trigo en Egipto, envió
a nuestros padres la primera vez. Y en la segunda, José se dio a conocer a sus
hermanos, y fue manifestado a Faraón el
linaje de José. Y enviando José, hizo venir a su padre Jacob, y a toda su parentela, en número de setenta y
cinco personas. Así descendió Jacob a Egipto,
donde murió él, y también nuestros padres…
Hechos 7:17-
22 Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, que Dios había jurado a
Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto, hasta que se levantó en Egipto otro rey que no
conocía a José. Este rey, usando de
astucia con nuestro pueblo, maltrató a nuestros padres,x a fin de que
expusiesen a la muerte a sus niños, para que no se propagasen. En aquel mismo tiempo nació Moisés, y fue
agradable a Dios; y fue criado tres meses en casa de su padre. Pero siendo expuesto a la muerte, la hija de
Faraón le recogió y le crió como a hijo suyo. Y
fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus
palabras y obras.
Haznos
dioses que vayan delante de nosotros
Hechos 7:34-
40 Ciertamente he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he
oído su gemido, y he descendido para librarlos. Ahora, pues, ven, te enviaré a
Egipto. A este Moisés, a quien habían rechazado, diciendo: ¿Quién te ha puesto
por gobernante y juez?, a éste lo envió Dios como gobernante y libertador por
mano del ángel que se le apareció en la zarza. Este los sacó, habiendo hecho
prodigios y señales en tierra de Egipto,e y en el Mar Rojo,f y en el desierto
por cuarenta años. Este Moisés es el que dijo a los hijos de Israel: Profeta os
levantará el Señor vuestro Dios de entre vuestros hermanos, como a mí; a él
oiréis. Este es aquel Moisés que estuvo en la congregación en el desierto con
el ángel que le hablaba en el monte Sinaí,i y con nuestros padres, y que
recibió palabras de vida que darnos; al cual nuestros padres no quisieron
obedecer, sino que le desecharon, y en sus corazones se volvieron a Egipto,
cuando dijeron a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a
este Moisés, que nos sacó de la tierra de Egipto, no sabemos qué le haya
acontecido.
Hechos 13:17-
23 El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y enalteció
al pueblo, siendo ellos extranjeros en tierra de Egipto,a y con brazo levantado
los sacó de ella. Y por un tiempo como de cuarenta años los soportó en el
desierto; y habiendo destruido siete naciones en la tierra de Canaán,d les dio
en herencia su territorio. Después, como por cuatrocientos cincuenta años, les
dio juecesf hasta el profeta Samuel. Luego pidieron rey,h y Dios les dio a Saúl
hijo de Cis, varón de la tribu de Benjamín,i por cuarenta años. Quitado éste,j
les levantó por rey a David, de quien dio también testimonio diciendo: He
hallado a David hijo de Isaí, varón conforme a mi corazón, quien hará todo lo
que yo quiero. De la descendencia de éste, y conforme a la promesa, Dios
levantó a Jesús por Salvador a Israel.
Y vemos que no pudieron
entrar a causa de incredulidad
Hebreos 3:7- 11, 16- 19
Por lo cual, como dice el Espíritu Santo: Si oyereis hoy su voz, No
endurezcáis vuestros corazones, Como en la provocación, en el día de la
tentación en el desierto, Donde me
tentaron vuestros padres; me probaron, Y vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra esa
generación, Y dije: Siempre andan vagando en su corazón, Y no han conocido mis caminos.
Por tanto, juré en mi ira: No entrarán
en mi reposo. No endurezcáis
vuestros corazones, como en la provocación. ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le
provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés? ¿Y con quiénes estuvo él disgustado cuarenta
años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto? ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su
reposo, sino a aquellos que desobedecieron? Y vemos que no pudieron entrar a
causa de incredulidad.
Hebreos 11:24- 29 Por la fe Moisés, hecho ya grande,
rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo
de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado, teniendo por mayores
riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía
puesta la mirada en el galardón. Por la fe dejó a Egipto,s no temiendo la ira
del rey; porque se sostuvo como viendo al Invisible. Por la fe celebró la
pascua y la aspersión de la sangre, para que el que destruía a los primogénitos
no los tocase a ellos. Por la fe pasaron el Mar Rojo como por tierra seca; e
intentando los egipcios hacer lo mismo, fueron ahogados.
Judas 1:5 Mas quiero recordaros, ya que una vez lo
habéis sabido, que el Señor, habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto,
después destruyó a los que no creyeron.
Apocalipsis 11:8 Y sus cadáveres estarán en la plaza de
la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde
también nuestro Señor fue crucificado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario