Por
quien recibimos la gracia y el apostolado
Es decir que
estos que se dicen Apóstoles en tiempos modernos tuvieron que andar con el
Señor o verlo como Pablo y el mismo Señor Jesucristo los nombró apóstoles.
Romanos 1:4, 5
que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad,
por la resurrección de entre los muertos,
y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la
fe en todas las naciones por amor de su nombre; entre las cuales estáis también vosotros,
llamados a ser de Jesucristo…
Vuestra fe se divulga por todo el mundo
Porque
testigo me es Dios
Romanos 1:8- 10
Primeramente doy gracias a mi Dios mediante Jesucristo con respecto a
todos vosotros, de que vuestra fe se divulga por todo el mundo. Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi
espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros
siempre en mis oraciones, rogando que de
alguna manera tenga al fin, por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir
a vosotros.
Porque en el evangelio la
justicia de Dios se revela por fe y para fe
Romanos 1:16.
17 Porque no me avergüenzo del
evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al
judío primeramente, y también al griego.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe,
como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Romanos 1:18 Porque la ira de Dios se revela desde el
cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia
la verdad…
Para el orgullo gay y otras
especies
Romanos 1:19- 32
porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo
manifestó. Porque las cosas invisibles
de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación
del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no
tienen excusa. Pues habiendo conocido a
Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se
envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron
necios, y cambiaron la gloria del Dios
incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de
cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual también Dios los entregó a la
inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron
entre sí sus propios cuerpos, ya que
cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las
criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones
vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra
naturaleza, y de igual modo también los
hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos
con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en
sí mismos la retribución debida a su extravío.
Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una
mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda
injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia,
homicidios, contiendas, engaños y malignidades;
murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios,
altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural,
implacables, sin misericordia; quienes
habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son
dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que
las practican.
Tú que juzgas a los que tal hacen, y haces lo
mismo
Romanos 2:1- 11 Por lo cual eres inexcusable, oh hombre,
quienquiera que seas tú que juzgas; pues en lo que juzgas a otro, te condenas a
ti mismo;(A) porque tú que juzgas haces lo mismo. Mas sabemos que el juicio de Dios contra los
que practican tales cosas es según verdad.
¿Y piensas esto, oh hombre, tú que juzgas a los que tal hacen, y haces
lo mismo, que tú escaparás del juicio de Dios?
¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad,
ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? Pero por tu dureza y por tu corazón no
arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la
revelación del justo juicio de Dios, el
cual pagará a cada uno conforme a sus obras:
vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra
e inmortalidad, pero ira y enojo a los
que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la
injusticia; tribulación y angustia
sobre todo ser humano que hace lo malo, el judío primeramente y también el
griego, pero gloria y honra y paz a
todo el que hace lo bueno, al judío primeramente y también al griego; porque no hay acepción de personas para con
Dios.
Pablo hablando de la Ley
(judía)
Romanos 2:12- 16
Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y
todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados; porque no son los oidores de la ley los
justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados. Porque cuando los gentiles que no tienen
ley, hacen por naturaleza lo que es de la ley, éstos, aunque no tengan ley, son
ley para sí mismos, mostrando la obra de
la ley escrita en sus corazones, dando testimonio su conciencia, y acusándoles
o defendiéndoles sus razonamientos, en
el día en que Dios juzgará por Jesucristo los secretos de los hombres, conforme
a mi evangelio.
Pablo sigue hablando de la
Ley (judía)
Romanos 2:17- 27 He
aquí, tú tienes el sobrenombre de judío, y te apoyas en la ley, y te glorías en
Dios, y conoces su voluntad, e
instruido por la ley apruebas lo mejor,
y confías en que eres guía de los ciegos, luz de los que están en
tinieblas, instructor de los indoctos,
maestro de niños, que tienes en la ley la forma de la ciencia y de la
verdad. Tú, pues, que enseñas a otro,
¿no te enseñas a ti mismo? Tú que predicas que no se ha de hurtar,
¿hurtas? Tú que dices que no se ha de
adulterar, ¿adulteras? Tú que abominas de los ídolos, ¿cometes sacrilegio? Tú que te jactas de la ley, ¿con infracción
de la ley deshonras a Dios? Porque como
está escrito, el nombre de Dios es blasfemado entre los gentiles por causa de
vosotros. Pues en verdad la circuncisión
aprovecha, si guardas la ley; pero si eres transgresor de la ley, tu
circuncisión viene a ser incircuncisión.
Si, pues, el incircunciso guardare las ordenanzas de la ley, ¿no será
tenida su incircuncisión como circuncisión?
Y el que físicamente es incircunciso, pero guarda perfectamente la ley,
te condenará a ti, que con la letra de la ley y con la circuncisión eres
transgresor de la ley.
Pues no es judío el que lo
es exteriormente
Romanos 2:28,
29 Pues no es judío el que lo es
exteriormente, ni es la circuncisión la que se hace exteriormente en la
carne; sino que es judío el que lo es
en lo interior, y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra;
la alabanza del cual no viene de los hombres, sino de Dios.
Pablo sigue hablando de la
Ley (judía)
Romanos 3:1-
3 ¿Qué ventaja tiene, pues, el
judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión?
Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada
la palabra de Dios. ¿Pues qué, si
algunos de ellos han sido incrédulos? ¿Su incredulidad habrá hecho nula la
fidelidad de Dios?
Romanos 3:19,
20 Pero sabemos que todo lo que la
ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y
todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado
delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Romanos 7:1 ¿Acaso ignoráis, hermanos (pues hablo con
los que conocen la ley), que la ley se enseñorea del hombre entre tanto que
éste vive?
Tenemos la Ley Escrita (la
TORAH), la ley oral (el TALMUD), la Gracia o Ley del Espíritu (justificación
por fe, como un don) y la ley del PECADO.
Romanos 7:22-
25 Porque según el hombre interior,
me deleito en la ley de Dios; pero veo
otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo
de muerte? Gracias doy a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Romanos 8:1-
6 Ahora, pues, ninguna condenación
hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne,
sino conforme al Espíritu. Porque la
ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y
de la muerte. Porque lo que era
imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su
Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en
la carne; para que la justicia de la
ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme
al Espíritu. Porque los que son de la
carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las
cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse
del Espíritu es vida y paz.
PF. Sirvamos bajo el régimen nuevo del Espíritu
La Ley Escrita Representa las sendas Antiguas
y la fe mediante el creer en el Mesías y su muerte en la cruz para Salvación de
los pecadores mediante la justificación representa la gracia y el nuevo Régimen
mediante el Espíritu.
Romanos 7:6 Pero ahora estamos libres de la ley, por
haber muerto para aquella en que estábamos sujetos, de modo que sirvamos bajo
el régimen nuevo del Espíritu y no bajo el régimen viejo de la letra.
Hebreos 10:1
Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen
misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen
continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
Quita lo primero, para establecer esto último
Hebreos 10:9,
10 y diciendo luego: He aquí que
vengo, oh Dios, para hacer tu voluntad; quita lo primero, para establecer esto
último. En esa voluntad somos
santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una vez para
siempre.
PF. Por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a
través del velo, esto es, de su carne
Hebreos 10:19-
25 Así que, hermanos, teniendo
libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a
través del velo, esto es, de su carne, y
teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios, acerquémonos con corazón sincero, en plena
certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los
cuerpos con agua pura. Mantengamos
firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que
prometió. Y considerémonos unos a otros
para estimularnos al amor y a las buenas obras;
no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre…
Los
pastores y sobre todo la gente de las iglesias le quieren aplicar una pequeña
porción de esta carta a los gentiles y es una carta dirigida mas bien a un
grupo definido. Esto es un grave error. Es como la carta de Jacobo que es dirigida a las doce tribu de Israel en la dispersión. Jacobo es Santiago.
Hebreos 10:28,
29 El que viola la ley de Moisés, por el
testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente. ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el
que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto(J) en
la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
Pablo hablando de la Ley
Escrita (la TORAH) y de la justificación
mediante la fe en el Mesías.
La
TORAH da las pautas de cómo hacerse Hebreo siendo Gentil, y en tiempos modernos,
los RABINOS mediante ciertos RITOS de
purificación y la negación de la fe anterior (si eres cristiano debes renunciar
a ello) y con la negación de Jesucristo como Mediador y Salvador, puede una
persona perfectamente hacerse JUDÍO, y los que hemos conocido al Mesías sabemos
lo que le va a pasar a quien niegue al Señor Jesucristo delante de los hombres,
así que si usted decide ser Judío niegue a Cristo y a su fe y hágase cumplidor
de los 613 mandamientos de la Ley Escrita: Génesis. Éxodo, Levítico, Números y
Deuteronomio. Empiece por circuncidarse y mate su chivo para expiación de los
pecados. Y déjese de ese cuento de JUDÍO MESIÁNICO. Porque de esta manera usted
no es ni chicha ni limonada y anda hecho un patuque.
Romanos 3:21-
31 Pero ahora, aparte de la ley, se
ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los
profetas; la justicia de Dios por medio
de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay
diferencia, por cuanto todos pecaron, y
están destituidos de la gloria de Dios,
siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención
que es en Cristo Jesús, a quien Dios
puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados, con la mira de manifestar en
este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al
que es de la fe de Jesús. ¿Dónde, pues,
está la jactancia? Queda excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No,
sino por la ley de la fe. Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley. ¿Es Dios solamente Dios de los judíos? ¿No
es también Dios de los gentiles? Ciertamente, también de los gentiles. Porque Dios es uno, y él justificará por la
fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión. ¿Luego por la fe invalidamos la ley? En
ninguna manera, sino que confirmamos la ley.
Romanos 4:2-
5 Porque si Abraham fue justificado
por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham
a Dios, y le fue contado por justicia.
Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como
deuda; mas al que no obra, sino cree en
aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia.
Romanos 4:9-
12 ¿Es, pues, esta bienaventuranza
solamente para los de la circuncisión, o también para los de la incircuncisión?
Porque decimos que a Abraham le fue contada la fe por justicia. ¿Cómo, pues, le fue contada? ¿Estando en la
circuncisión, o en la incircuncisión? No en la circuncisión, sino en la
incircuncisión. Y recibió la
circuncisión como señal, como sello de la justicia de la fe que tuvo estando
aún incircunciso; para que fuese padre de todos los creyentes no circuncidados,
a fin de que también a ellos la fe les sea contada por justicia; y padre de la circuncisión, para los que no
solamente son de la circuncisión, sino que también siguen las pisadas de la fe
que tuvo nuestro padre Abraham antes de ser circuncidado.
Romanos 4:13-
25 Porque no por la ley fue dada a
Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino
por la justicia de la fe. Porque si los
que son de la ley son los herederos, vana resulta la fe, y anulada la promesa. Pues la ley produce ira; pero donde no hay ley,
tampoco hay transgresión. Por tanto, es
por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su
descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que
es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros (como está escrito: Te he puesto por padre de
muchas gentes delante de Dios, a quien creyó, el cual da vida a los muertos, y
llama las cosas que no son, como si fuesen.
El creyó en esperanza contra esperanza, para llegar a ser padre de
muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho: Así será tu
descendencia. Y no se debilitó en la fe
al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien
años(I)), o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa
de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios, plenamente convencido de que era también
poderoso para hacer todo lo que había prometido; por lo cual también su fe le fue contada por
justicia. Y no solamente con respecto a
él se escribió que le fue contada, sino
también con respecto a nosotros a quienes ha de ser contada, esto es, a los que
creemos en el que levantó de los muertos a Jesús, Señor nuestro, el cual fue entregado por nuestras
transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.
Romanos 5:1, 2
Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo; por quien
también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y
nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.
¿Somos nosotros mejores que
ellos (los Judíos)? En ninguna manera
Romanos 3:9 ¿Qué, pues? ¿Somos nosotros mejores que
ellos? En ninguna manera; pues ya hemos acusado a judíos y a gentiles, que
todos están bajo pecado.
No hay justo
Muchos
hermanos toman estas palabras de las Escrituras y las tuercen y la aplican a
los creyentes en Cristo, no tomando en cuenta lo que dice mas abajo. Le quieren
aplicar una palabra de impíos a los que han sido justificado al creer en el
Mesías.
Romanos 3:10-
18 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron
inútiles; No hay quien haga lo bueno, no
hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es
su garganta; Con su lengua engañan.Veneno de áspides hay debajo de sus
labios; Su boca está llena de maldición
y de amargura. Sus pies se apresuran
para derramar sangre; Quebranto y
desventura hay en sus caminos; Y no
conocieron camino de paz. No hay temor
de Dios delante de sus ojos.
Romanos 5:19 Porque así como por la desobediencia de un
hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia
de uno, los muchos serán constituidos justos.
Romanos 5:3-
5 Y no sólo esto, sino que también
nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce
paciencia; y la paciencia, prueba; y la
prueba, esperanza; y la esperanza no
avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por
el Espíritu Santo que nos fue dado.
Romanos 5:6-
11 Porque Cristo, cuando aún éramos
débiles, a su tiempo murió por los impíos.
Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser
que alguno osara morir por el bueno.
Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores,
Cristo murió por nosotros. Pues mucho
más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la
ira. Porque si siendo enemigos, fuimos
reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando
reconciliados, seremos salvos por su vida.
Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor
nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación.
Pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado
Romanos 5:13,
14 Pues antes de la ley, había
pecado en el mundo; pero donde no hay ley, no se inculpa de pecado. No obstante, reinó la muerte desde Adán
hasta Moisés, aun en los que no pecaron a la manera de la transgresión de Adán,
el cual es figura del que había de venir.
Romanos 5:16 Y con el don (Regalo) no sucede como en el
caso de aquel uno que pecó; porque ciertamente el juicio vino a causa de un
solo pecado para condenación, pero el don vino a causa de muchas transgresiones
para justificación.
Romanos 6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a
fin de que no sirvamos más al pecado.
Romanos 6:14 Porque el pecado no se enseñoreará de
vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia.
Romanos 6:15 ¿Qué, pues? ¿Pecaremos, porque no estamos
bajo la ley, sino bajo la gracia? En ninguna manera.
Romanos 6:23 Porque la paga del pecado es muerte, mas la
dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 8:9 Mas vosotros no vivís según la carne, sino
según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno
no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
Romanos 8:14 Porque todos los que son guiados por el
Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Romanos 8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios.
Romanos 8:17,
18 Y si hijos, también herederos;
herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con
él, para que juntamente con él seamos glorificados. Pues tengo por cierto que las aflicciones del
tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de
manifestarse.
Romanos 8:19-
23 Porque el anhelo ardiente de la
creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Porque la creación fue sujetada a vanidad, no
por su propia voluntad, sino por causa del que la sujetó en esperanza; porque también la creación misma será
libertada de la esclavitud de corrupción, a la libertad gloriosa de los hijos
de Dios. Porque sabemos que toda la
creación gime a una, y a una está con dolores de parto hasta ahora; y no sólo ella, sino que también nosotros
mismos, que tenemos las primicias del Espíritu, nosotros también gemimos dentro
de nosotros mismos, esperando la adopción, la redención de nuestro cuerpo.
Romanos 8:26,
27 Y de igual manera el Espíritu nos
ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo
sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles. Mas el que escudriña los corazones sabe cuál
es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede
por los santos.
Romanos 8:28-
39 Y sabemos que a los que aman a
Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su
propósito son llamados. Porque a los que
antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la
imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. Y a los que predestinó, a éstos también
llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a
éstos también glorificó. ¿Qué, pues,
diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino
que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las
cosas? ¿Quién acusará a los escogidos
de Dios? Dios es el que justifica.
¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que
también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también
intercede por nosotros. ¿Quién nos
separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre,
o desnudez, o peligro, o espada? Como
está escrito: Por causa de ti somos
muertos todo el tiempo; Somos contados
como ovejas de matadero. Antes, en todas
estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la
muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente,
ni lo por venir, ni lo alto, ni lo
profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que
es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Pedro Alcázares
Venezuela
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